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miércoles, 24 de julio de 2013

Dejando huella (by Sacha)

La experiencia del año pasado marcó un antes y un después, lo que hizo que por segundo año consecutivo me sumergiera en la prodigiosa aventura a SANTIAGO contra el CÁNCER y después de este tiempo, me doy cuenta, sin ninguna duda, las que todavía me quedan por vivir.

En esta vida no hay dos experiencias que sean iguales, si el año pasado la experiencia fue sobrecogedora, este año ha sido formidable, en ambas he disfrutado al 100%, palpando y percibiendo cada acontecimiento con todos los sentidos hasta hacerme llorar de felicidad por todas las emociones y sentimientos vividos.

A Santiago contra el cáncer no es una simple aventura más, es un evento único donde prima el compromiso, la solidaridad, la convivencia y donde todos y cada uno de nosotros optamos por el entusiasmo, la gratificación, el coraje, la esperanza y la certeza de que lo mejor aún está por llegar.

A lo largo del camino te das cuenta que no estamos solos, estamos rodeados de un montón de cosas maravillosas y lo hermoso que es saber contemplar este mundo que nos envuelve y nos hace apreciar la belleza de forma apasionada. Nunca olvidaré cada una de las zancadas por los viñedos del Bierzo, su aroma y la estampa de las médulas junto a la luna llena. Ni de la entrada a Portomarín atravesando el Miño y dejándolo a nuestras espaldas tras una compacta y rigurosa subida entre las sombras de la arboleda que nos cobijaba del sol abrasador. O de la montaña rusa que nos llevó de Melide a Arzúa como si de un sueño se tratase. Durante estos días mi corazón saltaba de asombro, fascinación y deslumbramiento ante tanto atractivo.

El camino te revela que soñar es algo maravilloso y valioso porque es la fuerza y la energía de nuestro alma, la idea, el sentimiento y la constante búsqueda de nuestra propia expresión que es fundamental para la vida porque soñar es vivir.

Son días donde hay cabida a la reflexión, parloteo, risas, vivencias y valores absorbidos como la entrega, el esfuerzo y la templanza, al mismo tiempo que aprendes algo de todos los allí presentes.

El camino te deja una serie de enseñanzas como deleitarse de cada segundo y cada minuto del día porque lo que no disfrutes hoy mañana nadie te lo devolverá, a reír tanto como respiramos y a mirar al cielo y sonreír porque alguien nos está cuidando.

Lo que más enriquece esta experiencia es la relación con las personas, es increíble como afianzas la amistad con unos y lo que te lleva a unirte con otros, dándote cuenta de la importancia de cuidar nuestras relaciones de manera cariñosa.



Algo que me gustaría recalcar de este año y que para mi ha hecho que la hazaña sea aún más grande es la valentía de Rocío por atreverse a calzarse unas zapatillas, la osadía de todos los que se unieron a última hora sin saber dónde se metían como Faustino, Miguel A., Marga, Laura y Edu con los niños. Y por último destacar a los que han tenido algún momento de sufrimiento como Lala con su asma que aún así no dudo ni un solo instante en seguir avanzando, Lisardo con su pájara que sintió lo que es estar en los más profundo del abismo y mi Ángel que a pesar del calvario de su lesión no se detuvo. Por todos vosotros solo decir que siento admiración y desde luego nos habéis dado una gran lección “ESTÁ PROHIBIDO RENDIRSE”

Para terminar quiero daros las gracias a todos, porque sin vosotros esta empresa jamás habría sido posible.

Ahora solo sé que cuando llegas a Santiago te das cuenta que el camino aún no ha acabado, si no que tenemos por delante un camino lleno de sorpresas como es el camino de la vida.

domingo, 21 de julio de 2013

La magia del Camino (por Alfonso González)

Ésta fue mi décima entrada en la Plaza del Obradoiro, y tengo que decir que cada una es única, emotiva y sorprendente, sobre todo cuando se hace rodeado de amigos, amigos del Camino, amigos para siempre, cada uno con nuestros motivos y sentimientos pero todos con una causa común LA LUCHA CONTRA EL CÁNCER , una causa que el camino hace mágica y distinta ya que el Camino nos transforma, no hay ricos ni pobres, guapos ni feos, tortugas ni liebres... Todos somos peregrinos y con la ayuda del Patrón ganaremos esta guerra.

¡¡Y además nos lo pasamos bien!!. Tengo que daros las gracias a todos por los momentos que hemos pasado juntos, pero sobretodo y con mayúsculas al gran artifície de esta idea CÉSAR, a Alba que este año se subió al carro y a mis compis de relevo Luismi (un tío grande), Lala (sufridora y sonriente) y María (todo optimismo y pundonor).

Espero encontraros a todos en A Santiago contra el Cáncer 2014, que seguro seguirá siendo mágico y no dejará de sorprendernos.

sábado, 20 de julio de 2013

A mi manera (Por Saturnino)





“El cáncer me cambio la vida”. ¿Cuántas veces lo he escuchado?¿Cuántas veces más?. Por esto, porque estoy cansado de oírla he vuelto a Santiago y volveré siempre que pueda y sus organizadores cuenten conmigo.

Día 22 de junio

La plaza de nuestra grandiosa catedral se muestra agitada; en un primer plano un abanico de sonrientes corredores, todos de amarillo, al fondo la Pulchra Leonina, y frente a ellos numerosas cámaras llenándose de recuerdos del inicio de “A Santiago contra el Cáncer 2013”. Familiares y amigos, y algún transeúnte despistado, nos despide entre aplausos. Correteamos por nuestras calles, todos juntos, unidos por una buena causa, hasta San Marcos, donde empieza el primer relevo. Ya desde aquí cada uno se irá adaptando a su plan, e irá esperando el momento de dar sus zancadas solidarias.

Correr y ver pasar el tiempo. Correr y animar mientras esperas ese correr. Disfrutar del Camino, de su historia, de sus gentes y de sus contrastes. Después de nuestro León, el Camino nos va adentrando en un Páramo, hoy surcado por un sinfín de canales, para después dejarnos en los pobres suelos de la Maragatería; en pueblos de casas en ruina y de casas restauradas; pueblos que se aferran al Camino para seguir siendo solo pueblos; Santa Catalina de Somoza, Foncebadón, la Cruz del Ferro, que elevada sobre un montículo de guijarros simboliza la solidaridad de los caminantes, nuestra solidaridad; ya bajamos hacia tierras bercianas, castaños, cerezos y viñedos ponen fin a nuestro primer día; en Villafranca del Bierzo hacemos noche en un viejo convento en el que entre sus viejas paredes dejamos recuerdos de algunas conspiraciones.
Día 23 de junio

El segundo día comienza con ruidos de los más madrugadores. Un despertar que deja entrever sonrisas de complicidad que con el transcurrir del día irán teniendo su explicación. Vamos dejando el bierzo, atrás va quedando León camino de tierras gallegas. Un verde valle, de interminable ascensión, nos lleva a O Cebreiro, a su frio y sus pallozas, y a seguir subiendo hasta el Alto do Poio, para ya continuar con un constante sube y baja, y baja y sube de camino, bordeado muchas veces por muros de piedra y rodeado de prados y bosques de robles, castaños y pinos. Belleza en estado puro. Va pasando el día, plácido, con armonía en el Grupo; atrás dejamos pueblos y aldeas que en cada uno dejará su recuerdo. Kilómetros y kilómetros que nos ponen en Melide. Noche de pulpo y ribeiro. Noches de nuevas conspiraciones y verbenas.


Día 24 de junio. San Juan.

En el despertar del tercer día las caras ya se ven de otra manera; ya no hay miedo en las miradas que al principio tenían temor, solo inquietud y ansiedad por ver terminar el Camino. Hoy los relevos son más numerosos y más alegres. La belleza de los bosques sigue estando presente en cada metro. Los ritmos más solidarios que nunca. Todos ya en el Monte del Gozo, y desde ahí hacia Santiago; otra vez todos juntos, como cuando abandonamos nuestro querido León, sonriendo a cada paso. Unos pasos y unas sonrisas que se agrandan cuando nos acercamos a la Plaza del Obradoiro. Alegría y júbilo. Sonrisas, lágrimas y risas, y abrazos. Solidaridad. Compañerismo. Recuerdos de seres queridos.

Gracias a toda la familia de A Santiago contra el Cáncer por dejar que forme parte de ella. Nos vemos en “A Santiago contra el Cáncer 2014”.


viernes, 12 de julio de 2013

Sangre, sudor y lágrimas (por José Manuel Suárez)


El 12 de septiembre de 1962. J.F. Kennedy pronunció en la Rice University el que después sería llamado el "Discurso de las estrellas" con el que daba inicio a la carrera espacial que culminaría en julio de 1969 con la llegada del primer hombre a la Luna. En este discurso Kennedy elegía ir a la Luna "no porque sea fácil, sino porque es difícil, porque esta meta servirá para organizar y probar lo mejor de nuestras energías y habilidades" .
Pues bien, nuestro peregrinar a Santiago metáfora de la lucha contra el cáncer no es fácil pero lo elegimos porque sabemos que el valor de lo verdadero reside en el esfuerzo, en lo difícil. Para mi era ya mi tercera ocasión de participar en esta iniciativa solidaria pero cada año ha sido especial y diferente aunque con el denominador común que constituyeron los sudores que compartimos corriendo relevo tras relevo, con mucha gente que conocía ya y con nuevos amigos que tienen ya mi admiración y respeto por unirse a esta aventura a pesar de ser muchos de ellos noveles en las lides del correr.
Y sudores también los de nuestras asistencias que lo dieron todo para que no nos faltase de nada. También hubo espacio para la sangre, porque si no beso el suelo, parece que no estoy a gusto; soy un poco como Juan Pablo II, aunque él no tenía la bonita abrasión que tengo en mi pierna derecha.
Pero lo mejor son las lágrimas que brotan al entrar en la Plaza del Obradoiro, culmen del esfuerzo de dos días y medio a través del camino de las estrellas; en ese momento nos acordamos del los que no están pero que compartieron partes del camino con nosotros, tanto este año como los anteriores; nos acordamos de los que lucharon y luchan contra el cáncer y somos felices de poderles ayudar, aunque sea un poquito.
Y estamos un poco tristes por haber acabado esta aventura pero a la vez ya soñamos en la del año que viene, porque, como diría Obama, "lo mejor esta por llegar" y siempre se puede hacer mejor, conseguir recaudar un poco más y otras cosas que elegimos porque son difíciles.
De la verbena de Melide hablaremos otro día.

martes, 9 de julio de 2013

Sentimientos indescriptibles (por Jesús Rodríguez)

No resulta fácil comprimir en pocas líneas la cantidad de recuerdos, de sensaciones, de sentimientos, de momentos indescriptibles que dejan mi segunda aventura en el peregrinar a Santiago en carrera por relevos desde León.

De entrada, la palabra cáncer por desgracia va a asociada a familiares y amigos que todos tenemos y cualquier esfuerzo en la lucha contra esta enfermedad queda minimizado con la satisfacción de poner un pequeño grano de arena.

Han sido algo menos de tres días vividos con una enorme intensidad. Lo fácil en este caso es correr, cada uno a su nivel, pero lo difícil es poner en marcha toda la maquinaria de relevos, de búsqueda de lugares para dormir, de una y mil atenciones. Sin personas como César, Agustín, los responsables de los coches de apoyo y sin el gran ambiente del bus sería imposible llegar a abrazar al Apóstol.
A quienes llevamos mucho tiempo en el deporte nos sigue sorprendiendo la solidaridad del mundo del running, cómo se disfruta tanto el que va despacio como el que va rápido y cómo el mejor espera siempre con una sonrisa al más rezagado.
Este abrazo en el inicio y final de cada relevo, esa foto de recuerdo, esa amistad que nace en experiencias como esta... ese es el gran premio que nos llevamos cada uno en nuestra mochila. Recuerdo con especial cariño la primera jornada.
Cometí el error o la osadía de intentar completar dos relevos y tuve en el segundo la compañía de “máquinas” como Sacha, Lisardo y Javi Barrientos sin olvidar a Germán, ese hombretón que superados los sesenta tiene un nivel de forma envidiable.
Sin embargo fue fácil seguirles, siempre pendientes de quien no podía seguir un ritmo alto. Sacha me hizo un guiño especial cuando me indicó el precioso paisaje que quedaba a nuestra derecha entre Ponferrada y Villafrancia con el majestuoso decorado natural de Las Médulas. Las risas de Laura Pastoriza, el ejemplo de conciliación de vida familiar y deporte de los papis del grupo con sus peques, la ayuda de Angel de la Universidad,,, los ratos con Alberto hablando cómo no de fútbol, sonrisa permanente de Luismi, el pique de camisetas de la Ponferradina y de la Cultural.
Al final llegamos de la mano a la meta del relevo. Esas manos cogidas resume el espírito de a León contra el Cáncer. Y como colofón, esa llegada emocionante a la Plaza del Obradorio, todos juntos, todos con nuestra historia personal y esos sentimientos que se desatan en una lágrima y una sonrisa y la pena de acabar. Qué importa la molestia en un gemelo o el dolor de espalda...todo se borra todo menos el recuerdo de conocer y haber compartido travesía con gente maravillosa.

domingo, 7 de julio de 2013

A Santiago (por Laura)



 Hace una semana que quedé con mis amigos del No Hay Güevos para tomar unas cañitas para despedir a los que iban a ir a Santiago… y quien me iba a decir a mí que acabaría con una camiseta de María y otra de Miguel y metidos hasta la cabeza en esta gran aventura.

Bueno, pues así comenzamos, llegamos a casa y a preparar maletas para los 4, cuna de viaje incluida…. SE NOS HABÍA IDO LA PINZA!!! Pero algo dentro de mí me decía que iba a ser un gran fin de semana.

A las 8:30 estábamos ya con Hugo y Diego dejando media casa en los bajos del autobús de la Diputación, y ya se notaban los nervios por parte de todo el mundo y más si cabe míos.

Gran carrera la primera, desde la Catedral a San Marcos, además con los carros, para que así participaran mis dos grandes amores. Tal fue la emoción del momento que hasta se nos rompió uno de los carros… Ahí llegamos a San Marcos y dimos paso con un gran pasillo a los primeros relevistas… Luego, despedimos a papá (Edu), se nos marchaba en coche para dar relevo a los que acababan de salir.

Primera parada del autobús, Hospital de Orbigo. Nos vamos corriendo ya a un bar, para dar de desayunar a mis fierecillas, ya que en el autobús el amable del conductor de la Diputación nos tiene tajantemente prohibido consumir bebidas y comidas… ¡Cómo se nota quien es su jefa!

Llegan los coches con los primeros relevistas, todos con una sonrisa de oreja a oreja. Creo que las carreras para prepararlo todo han merecido la pena. Yo súper tranquila, porque como hasta las 19 no me toca dar relevo… ¿Cómo que no? ¡Que sales ya con el siguiente! Hospital-San Justo! Madreee, ya mi cabeza empieza a dar vueltas, que qué calor, que qué nervios, que no conozco a los que van a ser mis compañeros de relevo, que no voy a dar la talla… Al final, llegué a San Justo muy contenta, y desde aquí agradecer a Julen sobre todo y a Antonio, que me supieron llevar a mi ritmo y animar cuando me venía un poco abajo.

Llegamos justo a tiempo para comer a Astorga. Mis niños ya habían comido, bollos preñaos, empanada, magdalenas de canela y vasito de leche…. Todo muy light y con índice glucémico bajo, jeje, si me v¡era mi nutricionista… Cansada, pero muy contenta. Llegan Sacha con Javi y Lisardo.

De Astorga a Ponferrada, los enanos dormidos todo el camino, da más guerra Luismi que los dos míos en sus mejores momentos de juegos y peleas… Alguna foto se pierde por el autobús a la gente que empieza a dar sus primeras cabezadas para digerir el chorizo. Mientras el autobusero nos recuerda por medio del de los coros de Julio Iglesias que hay que ir sentados y con el cinturón abrochado… ¡Qué cansino!

El chorizo, el escaso aire acondicionado y las curvitas del camino, hacen que me pille un mareo de ésos que ni con 12 bricks de Don Simón. Menos mal que mis niños son unos benditos y no dicen ni pio. Parece que me los hubiera dejado en casa.

Llegamos a Villafranca, al albergue, y que risas me eché con las caras de Paloma y Marga cuando vieron las camas elásticas (o literas, como lo quieras llamar…) y se dan cuenta que los

baños son colectivos. Y ya no te cuento lo peleada que estuvo la ducha individual que era la única que en un principio contaba con agua caliente….



Después de que llegara el último coche con los relevistas nos disponemos a subir cuestas asumibles hasta llegar a la iglesia… No nos abrieron la puerta del perdón, pero ni falta que hace, que con lo buenos que somos, no cometemos ningún pecado… Bueno, todos menos Arsenio, que mira que nos salió malote el chico, ¿eh? Jeje,

Cena de macarrones y hamburguesa y nosotros con los dos enanos nos disponemos a retirarnos a dormir, otros prefieren irse a tomar un digestivo, dado que al parecer todavía andaba el chorizo por ahí dando algún ardor.

Noche de ronquidos (alguno) y mañana de dolores de espalda, dado que debo tener alergia a los colchones de espuma. Pero bueno, despertarse y ver tan buen ambiente hace que se te olviden hasta las mayores de las penurias.

Desayuno, intento organizar las maletas y de nuevo al autobús. Esta vez tengo clarísimo el relevo que me toca. Fonfría-Triacastela.

Llegamos al Cebreiro, un frio del demonio, y llegan Lisardo y Javi. Montamos en los coches y paramos cada dos por tres a darles ánimos. Son unas etapas muy duras. A Lisardo se le nota que no va bien, pero él aun así quiere seguir, quiere sacar fuerzas de donde no las hay.

El relevo que hice fue muy cómodo, todo cuesta abajo, y muy bonito, aunque terminamos por carretera porque a Antonio se le fue el pie y se hizo un poco de daño. Es una zona de camino muy bonita pero para andar, correr por ahí es algo peligroso para los tobillos.

Al acabar monto en el coche de César y tras dar apoyo a Juan Carlos con las cuestas, nos dirigimos a Sarria a comer. Cuando llegamos al pabellón vemos un gran revuelo alrededor de Lisardo. Le había dado un bajón de azúcar que como dijo él le hizo ver al demonio por tercera vez. Qué susto. Menos mal que quedó solo en eso: un susto.

Seguimos camino, esta noche la pasamos en Melide, mejores camas, baños separados… jeje, Marga y Paloma más contentas, los alérgicos al polvo menos….

Cena en Ezequiel, pulpito y… carne con patatas. Muy rico todo, aderezado con un ribeiro que hizo que a alguno se le fuera un poco de las manos. Jeje.

Primera vez que Hugo y Diego se ponen guerrerillos, es normal, las 12 de la noche y todavía por ahí danzando. Habrá que irse al albergue a descansar.

Madrugón, desayuno con mantas. Pero, no era verano? Y ya sale el primer relevo. Unos grandes. ¡Vaya ritmo y casi sin dormir!

Me dice Nacho que él se dispone a dar el tercer relevo y que si su tobillo se lo permite dobla en el cuarto… me inclino por salir a correr el tercero porque quiero ir con él, mi maestro, el que me pica… Y al final, tanto me picó que me dio un ataque de asma poco antes de terminar… Jo, ¡qué rabia! Hice parar al grupo y todo por cabezonería mía. Pero ahí se ve el compañerismo, no sólo me esperaron, sino que se pusieron a aplaudirme y a animarme, cosa que hizo que se
me saltaran algunas lágrimas, unas de rabia, otras de alegría, y otras de pena, porque veía que esto se estaba acabando.
Como había tenido estos problemillas decidimos que la etapa de Santiago la corriera Edu, y que yo esperaba con los niños en un sitio para llegar con todos a la plaza del Obradoiro. Mala suerte, que o no era el sitio, o yo me puse tan nerviosa que no fui capaz de esperar y me metí por un camino equivocado. La cuestión es que al final llegué y ya era tarde… ya habían llegado todos… Me perdí la emoción de acabar con todos, con mis compañeros de fatigas de los días anteriores. Ne dio rabia, y me eché a llorar… El cansancio, la pena, la alegría… un cóctel explosivo que quizás hizo que en ese momento no supiera disfrutar de lo que ese momento en realidad se merecía. Pero bueno, dicen que de todo se aprende, ¿no? Y de este Camino he aprendido muchas cosas. Muchas cosas y todas buenas. He conocido mucha gente, gente que merece la pena y que llevaré siempre en mi memoria y mi corazón.

Gracias a todos, y sobre todo a Edu, Hugo y Diego por aguantarme todos los días.



sábado, 6 de julio de 2013

A Santiago mucho mas de 330 kms

a Santiago contra el cancer www.mediamaratonleon.com
Como colofón a los relatos cortos de la experiencia de A Santiago contra el Cancer 2013 (tras la primera entrega y la segunda entrega de los mismos), os dejamos el tercero a la vez que sorteamos una camiseta conmemorativa entre todos los que hagais un comentario o compartais esta entrada en vuestro muro (antes del viernes 12 a las 24h) en combinación con la terminación del 1º premio del sorteo de la lotria nacional del próximo sábado dia 13.

David
He de decir que al ser la primera vez, la experiencia fue muy positiva, por el motivo que la fundamenta, por toda la gente participante y lo que se involucran por esta causa. 
Solamente daros las gracias a vosotros por la buena organización, a mi hermana por haberme metido en este "fregado" y deseo que en posteriores ocasiones pueda acompañaros y cada vez sea mas positivo el resultado de un fin de semana tan solidario como este.
Alberto
Desde la salida desde la Catedral de León ya tuve la sensación de que serían 3 días maravillosos. 3 días que iba a marcar en mi calendario para repetir año a año, por encima de otros compromisos que puedan surgir.
Son 3 días corriendo, charlando, conociendo a gente, haciendo amigos y retomando amistad con personas que hacía mucho que no veía. Feliz por conocer ese lado humano de la gente que organiza, participa y aporta en este tipo de iniciativas para la causa.
Cuando uno llega a la Plaza del Obradoiro se le pasan muchas cosas por la cabeza: familiares que ya no están con nosotros, retos personales que siempre uno se propone pero que nunca se atreve a relizar, sobre todo a los que nos gusta el deporte y pensamos que es una forma de vida en todos los sentidos, las amistades que se han ido forjando por el camino.....pero sobre todo, la sensación de hacerlo por una buena causa, la de ayudar a esta Asociación que trabaja con toda la ilusión para los demás.
Y encima he hecho el Camino de Santiago desde mi tierra! MUCHAS GRACIAS
Luismi
Por segundo año consecutivo, he tenido la suerte de formar parte de este grupo de 50 y pico  privilegiados con los que he compartido 3 días de intensas emociones, culminado en el abrazo colectivo en la plaza del Obradoiro.
Quiero dar las gracias a las compañeras y compañeros de la Dipu que han hecho posible que forme parte de esta maravillosa aventura.
También quiero resaltar la labor de una persona que, si entre todos los relevistas hemos recorrido 350 km., él solo se ha hecho más de 700, llevándonos y recogiéndonos en los cambios de relevo, teniendo siempre a punto la nevera con isotónicas y cervezas, haciendo fotos, pendiente del avituallamiento y siempre pendiente de que no nos faltase de nada. Gracias Erun, por hacernos el Camino mucho más fácil.
Maria
Este año, al igual que el anterior solo tengo recuerdos buenos de estos días pasados, he conocido nueva gente, con la que me he reido por el camino y con la que he llorado al llegar al Obradoiro, que me han apoyado y animado en todo momento, con la que he disfrutado con cada zancada que he dado…. En fin, que solo encuentro una palabra para resumir esta aventura:  GRACIAS.
                Y por supuesto: ¡¡¡¡¡BUEN CAMINOOOOOOOOOOO!!!! En el 2014 nos volveremos a ver seguro.

viernes, 5 de julio de 2013

Esperando a 2014 (por Ángel Alonso)


Mi agradecimiento a las aportaciones de los patrocinadores que han creído en mí y sobre todo por si inestimable aportación a la AECC.

Este es el tercer año consecutivo que me fundo al Camino a través de A Santiago Contra el Cáncer y, como en ediciones anteriores, ya espero con ansiedad el próximo, pues he llegado a la conclusión que no me puede faltar.

Te pasas los días perseguido por las malas sensaciones, sociales y familiares (crisis, desahucios, preferentes, fuga de capitales, desempleo, violencia, envidias, enfermedades), por el contrario, en las jornadas en los que el grupo de “peregrinos trotadores” (con todo el cariño) hemos estado realizando nuestra hazaña, esas sensaciones chungas se transforman en alegrarnos primero de lo ajeno y después de lo propio, en esperar y animar al que le cuesta llegar, en agradecer sin exigir, en compartir tramos con compañeros que te sacarían 500 metros por kilometro, y sin embargo te esperan y te animan para que el esfuerzo te resulte más llevadero y que los disfrutes. Todo ello y muchas sensaciones menos palpables que se podrían resumir en aportar un pedacito a nuestra causa solidaria con el convencimiento que servirá a los que lo necesiten.

Personalmente, el afrontar de nuevo el reto no habiendo corrido durante los últimos 6 meses a causa de una lesión, me inquietaba, pero la insistencia de Agustín y Cesar, me empujó a conseguir la mejoría en un corto periodo de tiempo gracias al espectacular trabajo de fisioterapia y si no llegaba a estar bien, siguiendo el lema que reza en el casco de competición de nuestro hijo Javi: “Y SI ROMPE K ROMPA”…

En Salceda, durante el tramo de O Empalme-Amenal, Robi, peregrino italiano que nos vio pasar, se unió al grupo de relevistas, cargado con su importante mochila hasta que nos dejó en O Pedrouzo, que era su destino del lunes. Antes de ello nos felicitó por nuestra iniciativa. Curiosidades del Camino.

Al fin he sido capaz de cumplir una vez más el reto, y una vez más he entrado en la plaza del Obradoiro emocionado, fundiéndome después en un abrazo con mis compañeros y compañeras. Esa emoción hay que sentirla, yo al menos no puedo expresarla con palabras.

Gracias a los integrantes de mis relevos que tuvieron que sufrir mis flaquezas en algunas ocasiones, por su apoyo y ayuda que de no ser por ellos, no hubiera podido finalizarlos.

Agradecimiento especial a Agustin, Erun, Suso y Cesar por su grandísimo trabajo en la sombra, para que puntualmente TODO estuviera perfecto.

Os animo a todos y todas a correr la cuarta edición en 2014.
 

jueves, 4 de julio de 2013

En el Camino nos encontraremos (por Arsenio Terrón)

Ya han pasado unos días desde que nervioso me desperté una hora antes de lo que le había indicado a mi despertador, había algo que me hacía estar inquieto, presuroso, con ganas de que los minutos pasaran rápido y poder salir de casa, con mi bolsa de viaje y paseando dirigirme hasta el lugar señalado para la salida. La mañana espectacular, soleada, fresca, olorosa, paseando por el margen del río Bernesga. Ya por el camino encuentro con Jose Llamazares, primer abrazo de la mañana, juntos hacemos el resto del recorrido y vemos, a lo lejos, ya a mucha gente que ha madrugado más que nosotros (¿estarían también ellos nerviosos?).
Llegamos al autobús y posamos las bolsas y empiezo a fundirme en abrazos con amigos y compañeros que compartirán conmigo los siguientes tres días en esta locura maravillosa que es correr todos juntos con un objetivo común.
Empiezan las primeras prisas pues tenemos el compromiso de estar en la zona de la Catedral de León hacia las 9 horas pues allí hay otros compañeros esperándonos. Con puntualidad leonesa (no puedo decir suiza porque no estoy convencido de que los suizos puntuales lo sean más que los leoneses puntuales) llegamos a la Catedral. Nuevos abrazos con otros compañeros y amigos. Foto en grupo y salida corriendo todos por las calles fragantes del centro que nos llevan hasta la Plaza de San Marcos donde llegamos y hacemos el primer pasillo a los relevistas del primer tramo.

Al llegar me entero de que yo haré el primer relevo en bicicleta, corro en su busca e intento conseguir unas gafas para Juan Carlos (de Olas y Nieve) que irá corriendo. Salgo tras ellos y los alcanzo cuando están entrando en Trobajo del Camino, los acompaño en la subida hasta la Virgen del Camino dando los primeros ánimos (y mira que yo soy pésimo para estos temas), todos van muy bien, charlando y disfrutando de esas horas de la mañana, mirando hacia atrás una última vez para despedirnos de nuestra ciudad y del símbolo que hemos elegido como salida, al fondo, recortada contra los rayos de sol la Pulchra Leonina.
Pasamos el Santuario de La Virgen del Camino y en las rampas de tierra, Juan Carlos nota unos pequeñso síntomas de agotamiento (¿será por las supervacaciones que se ha pegado en los paraísos asiáticos que ha visitado?). Le paso la bicicleta (que es suya) y yo corro hasta que de nuevo se recupera y retoma su lugar en el relevo.
Ya vemos a los compañeros que nos esperan para el primer cambio. También ellos están nerviosos y quieren empezar cuanto antes. Besos y abrazos entre todos y rápidamente se reemprende el camino corriendo (yo sigo en bici unos kilómetros más hasta que Juan Carlos se cambia de ropa). Todo transcurre plácidamente. Parada para un primer café con algunos compañeros y llegamos a Hospital de Órbigo donde están la mayoría de los compañeros esperando.
Ya son las 12 de la mañana y por ello es el momento para la primera cerveza del día (¡¡qué saludable es esto de correr!!).
Los relevos siguen su ritmo, algunos de ellos con la gente que corre casi por primera vez y explotan de alegría cuando entregan el testigo a sus comapñeros. Da gusto ver sus caras de satisfacción. A mediodía llegamos a Astorga donde nos espera la mesa ya puesta donde disfrutamos de unos muffins espectaculares. Desde Astorga vemos ya en la lejanía las primeras montañas del camino a las que me tocará enfrentarme y empiezo a notar un hormigueo en el estómago.
Nos dirigimos (Eduardo, Luismi no el del Betis, el otro, y yo) hacia el puesto de partida para nuestro relevo y tenemos que comenzarlo un poquito antes puesto que el calor ha hecho estragos y es necesario acompañar a David en su último tramo del recorrido. Comenzamos a subir el puerto de Foncebadón y notamos más el efecto del calor que la dureza de las rampas, vamos adelantando a caminantes y ciclistas y ganamos altitud. Mirando hacia atrás vemos la inmensidad maragata a nuestros pies, preciosa, colorista, despidiendo olores a lavanda y jara pringosa, al acercarnos al margen del camino impregnamos nuestros brazos con el polen de las escobas floridas. Ya tenemos a la vista la "Cruz de Ferro" y a sus pies, esperándonos, nuestros compañeros que aplauden nuestra llegada y se funden en abrazos múltiples.
Cambio de testigo, foto, otra cerveza más, y subimos al autobús que nos lleva hasta Molinaseca. Allí yo vuelvo a hacerme cargo de la bicicleta y acompaño a los compañeros en los dos siguientes relevos hasta Camponaraya. En estos tramos contamos con el apoyo de algunos compañeros bercianos que no quieren dejar de acompañarnos a su paso por estas tierras fértiles, llenas de cerezos rojos de frutos y viñedos empezando a formar sus racimos que probaremos transformados en unos meses. El último tramo del día lo hago en coche y llego a Villafranca donde nos esperan nuestras habitaciones (Hilton, Palace, etc.). No podemos ducharnos puesto que las autoridades locales nos espera para las fotos de rigor. Caminamos presurosos hasta la iglesia donde nos están políticos y prensa. Fotos, discursos y nos vamos a la ducha reparadora. Cena, cafés, copas, y algunos nos retiramos pronto a nuestros aposentos. Otros con más aguante se quedan un ratito más. Preparamos el saco de dormir, ajustamos la dureza de somieres y colchones y a dormir. Pequenísimos incidentes adornan la noche lo que obliga a alguno de los compañeros a dormir en inestable equilibrio en el borde de su cama.
A las 7 de la mañana se escuchan los primeros ruidos y todos comenzamos a levantarnos, asearnos y prepararnos para el desayuno reponedor. Primeros relevistas, subimos hasta O Cebreiro y esperamos allí a los esforzados de la mañana. Un poquito más adelante yo retomo la bicicleta en un tramo de descenso por caminos pedregosos, llenos de peregrinos y de paisajes de postal. Acompaño a los relevistas en cola de pelotón donde se va quedando Lisardo con pequeños problemas.
A mediodía estamos en Sarria, comida, café y nos preparamos para asumir el trabajo de la tarde. Nos toca un tramo precioso, lo haremos los mismos de ayer pero en esta ocasión se nos ha sumado Eduardo (otro Eduardo, el que es capaz de meternete "manos" y recomponerte). Hacemos el tramo a buen ritmo y entregamos el testigo en su punto, no ha habido ningún traspiés y nos recogen para llevarnos a una de las localidades ya míticas donde nos espera una cena llena de patas (de pulpo) y en casa Ezequiel disfrutamos de una fiesta maravillosa.
Temprano a dormir (bueno algunos no tan temprano, han tenido éxito en la fiesta del pueblo y se resisten a abandonarlas). Sueño reparador, despertamos temprano, desayuno rápido y salimos para hacer los últimos relevos. Nos toca el penúltimo para llegar al "Monte do Gozo", volvemos a trotar los tres de siempre pero en esta ocasión otros cuatro compañeros se nos unen, contando por primera vez (nosotros) con apoyo ciclista, será Toño quien nos acompañe todo el tramo para darnos ánimos y agua.
Momento glorioso al legar al monumento en honor a uno de los papas pasados y recibir el aplauso de todos los compañeros. Besos, fotos, y salimos todos juntos para hacer los kilómetros finales hasta la catedral de Santiago de Compostela. En sus calles vivimos los momentos más emotivos y al legar a la plaza del Obradoiro se desatan los sentimientos y a muchos ojos asoman las primeras lágrimas de alegría y satisfacción. Más fotos, más abrazos, más comunión (con los compañeros) y a caminar hasta las duchas y luego a tomar nuestra última comida (en el camino).
Comida estupenda, café, entrega de credenciales, autobús y nos volvemos de regreso para León, donde nos esperan amigos y familiares. Últimos abrazos y a esperar que pase pronto un año para reiniciar el trote. Como no puede ser de otro modo. ¡¡¡En el camino nos encontraremos!!!!!

miércoles, 3 de julio de 2013

Más reflexiones del Camino

Seguimos desgranando los recuerdos de muchos de los que hicieron el Camino. Toda la fuerza de 'A Santiago contra el Cáncer 2013'. Hoy es Nacho Prieto el que se asoma al blog para contar su experiencia.

"Se me ha ido el santo al cielo....y todavía sigue en una nube: ése es
el resumen de esta experiencia alucinante y casi mística.
Un ¨descerebrado me bautizo hace tiempo como 'Il diabolo', pero he vuelto convertido en un simple gatito que no le queda mas remedio que jugar con los novatillos y no ¨matarlos¨ por esos caminos de cabras. Los necesito en mi vida. Dicen que el Camino me ha ablandado, pero lo que ha hecho es mostrarme tal como soy en el fondo de mi alma.
Este fin de semana me ha enseñado a ser mejor persona, contagiado de las personas más maravillosas con las que he tenido el honor de disfrutar de una felicidad casi plena. No voy a poner nombres para no dejar a nadie perdido en el teclado del ordenador.
Solamente decir que os estaré eternamente agradecido por la experiencia y contando los minutos para repetirla.

GRACIAS


lunes, 1 de julio de 2013

Hace una semana que volvimos

Como continuación de los relatos de antes de ayer os dejamos más resumenes de las experiencias de la edición del 2013 de "A Santiago contra el cáncer" . La recaudación este año ronda los 12.000€ y sigue abierta.

a santiago contra el cancer
Cesar. Por Un buen Fin.
Tres veces he llegado hasta Santiago. Tres veces he recorrido esas calles angostas que dan a unas escaleras en las que un gaitero te pone los pelos de punta. Tres veces he llorado y muchas más quiero hacerlo. Todos tenemos un motivo para correr, y un motivo para vivir, y un motivo por el que llorar. A Santiago fuimos por un buen fin. Para recordar a quien ha tenido la suerte de no sufrir de cerca el dolor del cáncer, que todos podemos hacer un poco más, para poner como ejemplo a aquellos que salieron del pozo y hoy sonríen y para recordar a quienes no pudieron evitar la zancadilla mortal. Por todos ellos derramé una lágrima en el Obradoiro. Y por muchos más volveré dentro de un año... Si el Apóstol quiere
Gonzalo
Relatar en cuatro líneas mi experiencia del Camino de Santiago es imposible, así que resumiré: Decir que han sido tres días maravillosos, llenos alegría, generosidad, y compañerismo de este grupo de amigos cada vez mas numeroso, finalizados en la Plaza del Obradoiro entre abrazos, lagrimas y emociones, satisfechos de la gesta realiza y con la ilusión de repetirlo en próximo año. Gracias, muchas gracias a todos, nos vemos todos juntos el próximo año
Jesus
Al final llegamos de la mano a la meta del relevo. Esas manos cogidas resume el espíritu de A León contra el Cáncer. Y como colofón, esa llegada emocionante a la Plaza del Obradorio, todos juntos, todos con nuestra historia personal y esos sentimientos que se desatan en una lágrima y una sonrisa y la pena de acabar. Qué importa la molestia en un gemelo o el dolor de espalda...todo se borra todo menos el recuerdo de conocer y haber compartido travesía con gente maravillosa.
Arsenio
En las calles de Santiago de Compostela vivimos los momentos más emotivos y al llegar a la plaza del Obradoiro se desatan los sentimientos y a muchos ojos asoman las primeras lágrimas de alegría y satisfacción. Más fotos, más abrazos, más comunión (con los compañeros) y a caminar hasta las duchas y luego a tomar nuestra última comida (en el camino). Comida estupenda, café, entrega de credenciales, autobús y nos volvemos de regreso para León, donde nos esperan amigos y familiares.
Últimos abrazos y a esperar que pase pronto un año para reiniciar el trote. Como no puede ser de otro modo. ¡¡¡En el camino nos encontraremos!!!!!
Laura Lozano
Dicen que de todo se aprende, no? Y de este Camino he aprendido muchas cosas. Muchas cosas y todas buenas. He conocido mucha gente, gente que merece la pena y que llevaré siempre en mi memoria y mi corazón.
Gracias a todos y sobre todo a Edu, Hugo y Diego por aguantarme todos los días
a santiago contra el cancer
Saturnino
En “A Santiago contra el cáncer” no importa ni los tiempos ni los ritmos, solo se trata de correr. Correr por toda esa gente que siente en sus carnes la angustia del cáncer, es quizás, nuestra forma de decirles que no están solos, que sigan luchando porque la vida les volverá a sonreír.
Además de ese carácter solidario, también es de destacar el valor humano de cada uno de los componentes de la expedición que culmina con la alegría y los abrazos de la Plaza del Obradoiro.
Y por todo ello ya pienso en “A Santiago contra el cáncer 2014”. Hasta entonces Buen Camino compañeros.
Sonia.
Una semana después , la sensación sigue siendo la misma, MERECIÓ LA PENA, esos "entrenamientos" a las 21:30 y la dura vuelta al trabajo. GRACIAS por dejarnos compartir esta experiencia, ha sido un placer conoceros a todos.