El 12 de septiembre de 1962. J.F. Kennedy pronunció en la Rice University el que después sería llamado el "Discurso de las estrellas" con el que daba inicio a la carrera espacial que culminaría en julio de 1969 con la llegada del primer hombre a la Luna. En este discurso Kennedy elegía ir a la Luna "no porque sea fácil, sino porque es difícil, porque esta meta servirá para organizar y probar lo mejor de nuestras energías y habilidades" .
Pues bien, nuestro peregrinar a Santiago metáfora de la lucha contra el cáncer no es fácil pero lo elegimos porque sabemos que el valor de lo verdadero reside en el esfuerzo, en lo difícil. Para mi era ya mi tercera ocasión de participar en esta iniciativa solidaria pero cada año ha sido especial y diferente aunque con el denominador común que constituyeron los sudores que compartimos corriendo relevo tras relevo, con mucha gente que conocía ya y con nuevos amigos que tienen ya mi admiración y respeto por unirse a esta aventura a pesar de ser muchos de ellos noveles en las lides del correr.
Y sudores también los de nuestras asistencias que lo dieron todo para que no nos faltase de nada. También hubo espacio para la sangre, porque si no beso el suelo, parece que no estoy a gusto; soy un poco como Juan Pablo II, aunque él no tenía la bonita abrasión que tengo en mi pierna derecha.
Pero lo mejor son las lágrimas que brotan al entrar en la Plaza del Obradoiro, culmen del esfuerzo de dos días y medio a través del camino de las estrellas; en ese momento nos acordamos del los que no están pero que compartieron partes del camino con nosotros, tanto este año como los anteriores; nos acordamos de los que lucharon y luchan contra el cáncer y somos felices de poderles ayudar, aunque sea un poquito.
Pero lo mejor son las lágrimas que brotan al entrar en la Plaza del Obradoiro, culmen del esfuerzo de dos días y medio a través del camino de las estrellas; en ese momento nos acordamos del los que no están pero que compartieron partes del camino con nosotros, tanto este año como los anteriores; nos acordamos de los que lucharon y luchan contra el cáncer y somos felices de poderles ayudar, aunque sea un poquito.
Y estamos un poco tristes por haber acabado esta aventura pero a la vez ya soñamos en la del año que viene, porque, como diría Obama, "lo mejor esta por llegar" y siempre se puede hacer mejor, conseguir recaudar un poco más y otras cosas que elegimos porque son difíciles.
De la verbena de Melide hablaremos otro día.
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