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jueves, 5 de julio de 2012

Por Álvaro y por todos los Álvaros que vayan a existir

Hoy es Luis Regales el que nos trae una interesante reflexión sobre 'A Santiago Contra el Cáncer 2012'


Luis Regales durante la inigualable subida a San Xil



La experiencia ha sido especial e inolvidable, y sabéis que a mí me emociona más que a nadie porque el tema me toca de lleno, pero la vida es como es y solo unas horas después de terminar al lado del Hostal de San Marcos, cuando todo el mundo celebraba la victoria de España en la Eurocopa, a mí me llamaban para decirme que mi amigo Álvaro con solo 45 años y amigo casi desde que tengo uso de razón, nos había dejado por un cáncer rápido, inesperado y veloz, que no nos dejó casi ni saberlo antes de que todo ocurriera.



El impacto que ello me produce me deja roto, pero si al menos quiero enviar este correo para decir, que si algún consuelo me queda en estos difíciles momentos, es saber que gracias a todos los demás compañeros de aventura, hemos podido contribuir a ayudar en el futuro a todos los Álvaros que por ahí estén. Y, además, hacerlo mientras compartíamos momentos de amistad, compañerismo y disfrute.


Hemos hecho algo importante.


Hoy después de decirle adiós con su familia y amigos, me hablaban de 'A Santiago contra el Cáncer', de nuestras fotos en el periódico y de lo loable de nuestro esfuerzo. Y parte de nuestra tristeza se ha desvanecido. Ésa es la verdadera fuerza de lo que hemos hecho y de lo que podemos hacer de aquí en adelante.


Mientras haya gente como vosotros al lado, habrá dos piernas para ir a Santiago contra el cáncer. Se lo debo a Álvaro y a todos los demás Álvaros que vayan a existir.


Buen Camino.
Luis Regales, en el centro, entre el baloncestista Mario Díez y José Manuel Suárez

2 comentarios:

media maraton leon dijo...

Luis, nos has dejado sin palabras, tras llegar de Santiago no nos habíamos vuelto a a ver, Alvaro,D.E.P.

Saturnino dijo...

Triste final para una bonita experiencia. Que Álvaro Descanse en Paz y que algún día no se necesiten nuestras piernas para luchar contra esa lacra llamada cáncer.
Un abrazo Luis.